Bienvenidos Al Cine Rialto

Escucha el programa de radio online sobre cine que hago cada semana. Compartiendo micro con Estela Muñoz, Alex Huertas y Vicente Carlos Baeza. Y las colaboraciones imprescindibles de María Carmona, Esther Sirvent y Verónica Batllés. Estrenos, noticias, charlas filosóficas... El mundo del cine, desde nuestro particular punto de vista. ¡Escchanos!

La Magia Del Doblaje

Soy un apasionado del doblaje. Ya desde pequeño pensaba que ni Julia Roberts ni Mel Gibson podían hablar español tan bien y empecé a indagar sobre esas misteriosas voces que transmitían con tanto arte y tanta pasión. Muchos años después, estoy orgulloso de decir que el doblaje me tiene encandilado y espero pronto estar en órbita. Aquí veréis muestras de mis takes. Espero vuestras opiniones.

Adicto a la magia de las palabras

Uno de los grandes regalos que tenemos es nuestra imaginación y de poder crear y contar historias: transformarte en tantos personajes como quieras, vivir tantas vidas como te sea posible, crear mundos a tu gusto... En definitiva, leer y escribir son una de mis pasiones. Aquí iré colgando cosillas con las que espero llegar a alguien como otras historias lo han hecho conmigo.

Entramos en el cine

Lo admito: mi plan favorito es ir a la sala del cine y ver historias en pantalla gigante. Que todo tu campo de visión se llene de historias y de personajes y te haga desconectar de la vida cotidiana no tiene precio. (Bueno, sí, pero los pago a gusto). Aquí hablaré de películas que me hayan gustado, de cortos (un arte contar historias tan redondas en poco tiempo) y de series de la tele que me han enganchado.

Todos tenemos una B.S.O.

Para mí, la música es casi tan vital como respirar. Una canción que acompañe a cada momento, un tema que te inspire, composiciones que parezca que han sido escritas expresamente para ti, música que hace que se remuevan tus emociones... Aquí os pondré mis canciones favoritas, canciones que me emocionan.

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miércoles, 28 de julio de 2010

Pensamientos que me rondan por la cabeza.

Soy incapaz de parar pero estoy incapacitado para continuar.

Algún día sé que lograré dar respuesta a este dilema.

miércoles, 7 de abril de 2010

El Mundo Según JB.

Lo reconozco: soy un plomazo insoportable y pesado. Durante este tiempo en el que no he publicado nada de nada, he estado analizando muchas cosas, no solo de este blog sino de mi vida en general. Últimos acontecimientos personales importantes me han hecho pararme a pensar y ver qué estoy haciendo, que no y cómo poner remedio a lo que se ha de cambiar. Además, las intenciones y las ganas con las que comencé con esta historía se han ido diluyendo en cada entrada publicada, divididas en:
a) Música (lo siento, esta va a ser inalterable. La música es tan indispensable para mí como el aire que respiro o una buena frase en el momento adecuado).
b) Post "Ay que pena que me doy, normal, eres mu repetitivo". Un recorrido por el mismo camino del autoflagelamiento puesto en replay constante en el que solo me quejo sin hacer nada más.

Así que le doy un lavado de cara a mis intenciones y ganas, me pongo la mejor sonrisa o la lágrima más amarga, lo que se tercie y le doy al blog la finalidad que le he querido dar desde un principio. Espero que algún alma caritativa me de un toque cuando me ponga plasta, pero, de momento, se lo voy a poner difícil.

jueves, 31 de diciembre de 2009

¡Feliz Año Nuevo!

Esta entrada, la última del año, es muy clara, breve y concisa:

¡ FELIZ AÑO NUEVOOOOOO !

lunes, 30 de noviembre de 2009

El amor está demasiado sobrevalorado.

La noche ya lleva un buen rato acariciando mi ser. A oscuras en una desangelada e impersonal habitación de un hotel cualquiera, miro por la ventana las parpadeantes luces de la ciudad, de una ciudad que prosigue su rumbo por el camino de la historia pasando por alto a este ser perdido. Una conexión wi-fi y mi portátil. La música sonando a un volumén que suena a porcelana. Una canción, cuya letra olvido pero que su melodía es la que necesito, es mi compañera por este viaje emocional. Aprovecho esta estancia, la estampa delante de mí, la música que necesita este momento y dejo que mi inspiración atraviese mi ser y se manifieste en mis dedos que empiezan a teclear: el amor está demasiado sobrevalorado.

Sí, sigo herido, herido de amor, y acabo de presenciar una dosis tan edulcorada de amor fingido que he tenido que vomitar. Yo, antes defensor a ultranza del amor eterno, ahora solo creo en el momento presente. No hay finales felices más allá del punto final de una historia. Al final me han convencido a base de hostias y experiencia que los finales felices son cosas de cuentos de hadas con moralinas infames que nadie aplica. Ahora, con creer en finales agridulces, me doy por satisfecho. Acabo de presenciar una manifestación de amor tan elegante como vacía. Una boda de ensueño a base de manifestaciones de amor con ritmos borrachos y brindis con cava sin burbujas ni alma. Ni siquiera mi recien descubierta afición a la bebida sirve como vía de escape ante semejante celebración del amor hortera envuelto en un papel de etiqueta de todo a un euro y con un lazo de falsedad que hacen que el regalo tenga el envoltorio perfecto y un contenido vacuo.

Sí, lo reconozco. El amor está demasiado sobrevalorado. Es más, lo afirmo.

Ahora, en algún punto indefinido de las luces parpadeantes, esos amantes convertidos hoy en matrimonio estarán haciendo uso de su amor en cuerpo porque el alma estará pensando en otros amantes, otros lugares y otras posturas más satisfacorias, pero para qué buscar el verdadero amor cuando tenemos uno gratuito al que engañar y usar en nuestra mano o nuestro sexo. Dos personas cuya foto deberían aparecer al lado de la definición de casquivan@ comienzan con su obra de teatro, con el gran papel de su vida. Una función mal orquestada carente de sentido y empeño y, por supuesto, amor. Pero sube el telón y no hay ya vuelta atrás, sino errores a obviar.

El amor está muy sobrevalorado escriben mis dedos de nuevo, cada vez con más rabia pero cada vez más concencidos de lo que escriben. Lo tratamos muy a la ligera cuando nuestros labios lo pronuncian con total convencimiento pero con ausencia de sentido.

Dejo de escribir mientras mi mente pone voz en off a la imagen que ven mis ojos: esa ciudad oscura, con luces artificales que alumbran vidas artificiales. El amor está demasiado sobrevalorado. Me pregunto qué fue de aquel chaval que vivía en mi interior y que creía en el amor y en los finales felices. Si todavía sigue viendo como la hemorragia de sangre que sale de su herido corazón se ha detenido o, finalmente, se ha dejado llevar con la vida de la sangre que alcanza la libertad. Mejor para él. Espero que en ese nuevo lugar en el que está, el amor sea tan puro como lo era su corazón. Su versión en el presente dejó de creer en el amor hace mucho tiempo ya. Con vivir, ya tiene bastante.

Guardo el documento y apago el ordenador, que se lleva la música consigo. Cierro la tapa pero me quedo mirando por la ventana como si de un estado hipnótico se tratara. Mi corazón anda demasiado herido todavía como para pensar en descansar. Mi cuerpo ya es inmune al amor embotellado que ha bebido. Por eso, pongo el piloto automático del cerebro y que sea él el que me lleve a un nuevo rumbo a algún lugar perdido entre las luces parpadeantes. Algo que me haga escapar del amor. Y es que lo repito y repito cada vez más convencido: el amor está demasiado sobrevalorado.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Propósitos.

Como habeis podido comprobar, mi intento de mantener el blog periódicamente actualizado ha brillado por su ausencia. Aún así, propongo finales de noviembre como buena fecha para comenzar con los buenos propóisitos de volver a retomar a mi blog, este rinconcito pequeñito de la web que es solo mío y donde mi verdadero yo o, mejor, la esencia de lo que soy, habla a pleno pulmón desde el rincón más sincero del alma. Así que, mundo de JB, bienvenido de nuevo a la red.

jueves, 1 de octubre de 2009

Nelly Furtado feat. Josh Groban - Silencio.

A pesar de que mis silencios me han llevado de cabeza al ojo del huracán, sigo apostando por ellos porque nadie me podrá poner en boca cosas que no he dicho. Lo malo es que mientras sigo dándole de comer al pozo del veneno emocional. Afortunadamente, la cura de las palabras y la escritura me ayudan a mantenerlo a raya.

Una combinación que nunca me hubiese imaginado. A pesar de que Josh Groban es mi cantante favorito y Nelly Furtado me encanta, nunca había pensado en una posible colaboración entre ambos, pero la verdad es que juntos suenan bastante bien. Además, este tema me ha hecho pensar y eso algo difícil en estos tiempos musicales que corren.

martes, 29 de septiembre de 2009

Alejandro Sanz y Alicia Keys - Looking For Paradise.

Pues yo que quería escribir mil cosas aquí y, al final, ha pasado casi un mes desde mi último post. Que no escriba nada no quiere decir que no tenga nada que decir. Al contrario, pero he preferido tomar las cosas a un ritmo más pausado y dejar que las cosas salgan cuando tienen que hacerlo. Ahora ha sido uno de esos momentos y ahí me lanzo y me uno a estos dos pedazo de artistas en busca del paraíso. Yo creo que anda cerca, lo percibo. Me lo dice el corazón.

lunes, 17 de agosto de 2009

La vida transcurre entre palabras.

Hace ya casi un mes desde mi última actualización. Un mes en el que he querido hablar de muchas cosas y, al final, las he dejado apartadas en "asuntos pendientes" día tras otro. Y es que me he reido, me he cabreado, he currado, he descansado, he luchado y sigo luchando por dejar atrás los lastres emocionales, he dejado las drogas legales (y ahora me enfrento a aquello por lo que pasé de puntillas), he recuperado la fe y las ganas de escribir, de dar vida a personajes y situaciones, he leído mucho... Vamos, que, en definitiva, he vivido, que de esto trata básicamente todo esto. Espero que la próxima actualización no sea tan lejana. De hecho, a veces me pregunto si soy un hombre de palabras limitadas y que, escribiendo x al día, cumplo el cupo, o que tengo tantas que decir, que al final, no escribo nada pues sería volcar un torrente descontrolado e ilimitado de palabras que, seguramente, no llevarían a ningún lado. La cosa es que es cuestión de empezar e ir una cosa tras otra. A su orden. Nos leemos pronto.

miércoles, 22 de julio de 2009

Parte activa, parte pasiva y un ser.

"Hagamos un trato" dijo mi parte activa, harta de estar a la sombra muy a su pesar. Le fastidiaba tanto ser escondida como si de una mancha imposible de desaparecer fuera, esa oveja blanca en un campo lleno de ovejas negras, pero ya estaba bien. Era su momento. El instante del cambio. Éstos no suelen venir en momentos decisivos sino siempre un segundo después. Y ese punto había llegado. La parte activa agarraba esa oportunidad con fiereza mientras la parte pasiva de su ser se daba cuenta de que sus momentos de gloria empezaban a ser un mal recuerdo en la historia del ser, es parte oscura que intenta pasar de puntillas por los libros de historia. Siempre con esa mirada llena de oscuridad y maldades ocultas, la parte pasiva se atrevió a preguntar, siempre con un as en la manga a punto de saltar y devolver la partida a su terreno: "¿Y qué me propones? dijo en un tono seco y cargado de ironía. "Te propongo... dejarme en paz de una puta vez, que ya va siendo de que dejes de dominar al ser". La parte pasiva sólo esbozó una sonrisa pero no faltó nada más para conocer de sus evidentes intenciones. "¡Jamás! No tendrás lo que quieres sin luchar" y dicho esto, pasó al ataque. Pero no contaba con que la parte activa tenía demasiado por lo que luchar. La parte activa, cegada en su objetivo, y la parte pasiva, perdida en su poder, dieron en la diana. Un golpe perfecto, asestado con empeño. Ambas partes acertaron de lleno su objetivo. Tras el golpe, cayeron al suelo, heridas de muerte. La parte activa y la pasiva consiguieron la gloria, consiguiendo su meta, pero también la pena pues ninguna sobrevivió para ser conscientes del mal que han dejado. En su afán de protagonismo dejaron al ser privado de todo: una tabula rasa en la que no ha habido nada que haya sobrevivido a los delirios cegados de poder de la parte activa y al poco empuje que durante todos sus años encerrada ha tenido la parte activa, demasiado acostumbrada a mucho hablar y a poco actuar hasta que ha sido demasiado tarde. Ambas cerraron los ojos y se arrastraron con la poca vida que emanaba de sus heridas, aún con la sangre caliente derramando defectos y virtudes. Desde aquel día, el ser jamás volvió a ser el mismo, era incapaz de serlo. ¿Cómo? No había nada de donde partir. Bueno, un pequeño punto de luz sí que había pues la parte activa había dejado un trato volando por el ancho mundo del ser: "¿Y si nos dejamos de peleas y de egoísmos y nos apartamos para que el ser pueda crear desde cero?". Siempre es un buen momento para empezar desde cero.

Esas neuronas perdidas...

Vale, ya es oficial. Tengo un problema. En algún punto entre mi cerebro y mis dedos la neurona toma el camino equivocado o es que se entretiene viendo cualquier estupidez, pero la cosa es que la sangre creativa se esparece entre las células muertas y la nada. Y es algo que dura más de lo que debería. Mi cabeza bulle de ideas, pero mis manos y mi ánimo se cierran en banda, a pesar de que las señales me llevan al destino inevitable. ¿Qué debería hacer? En fin, no sé para qué pregunto si no hago caso a las respuestas. Al menos no la neurona portadora de la musa.

jueves, 18 de junio de 2009

Paranoias sin mucho sentido.

Siempre la misma promesa: en breve te escribo unas palabras. Sencilla, fácil y rápida. Pero no siempre somos capaces de enfrentarnos a la sencillez porque nos gusta las cosas rebuscadas, el camino difícil, las curvas a la línea recta. Somos así, complicados. Así que paso de prometer la misma promesa incumplida. Tan solo dejaré que la sencillez venga a mí y me de momentos de paz como es el que me acompaña mientras escribo estas líneas. No hay que hacer caso a esas voces oscuras de la parte complicada del alma que sabe dar donde más daño hacen. A ti me entrego, sencillez.

Érase una vez un hombre invisible.

Ya lo escribía en en mi facebook: "es tan fácil desaparecer y tan difícil volver a ser visto...". Todos alguna vez hemos querido ser invisibles, desaparecer de este plano o de cualquier otro que implique vivir. Y al final, lo consigues. Todos hemos tenido esas épocas en las que ves el vaso medio vacio, la parte chunga de la moneda. Entonces, desapareces. Simplemente, desapareces. Pero tras pasar un tiempo indeterminado en la más absoluta transparencia, todo el mundo ha seguido girando y no ha reparado en que ya no estás. Entonces vuelves a ser visible. Vas dejando de ser una mancha difuminada en el recuerdo y pasas a ser, de nuevo, uno más. Ya has dejado pasar la época oscura y empiezas a ver la luz de un nuevo día... pero, sigues sin ser visto. Entonces te preguntas si tal vez eres una ilusión, una creación olvidada, una biografía sin desarrollar que no ha sido merecedora de una historia. Y es que tal vez seamos eso, una ilusión pasajera en un mundo donde solo los fuertes tienen el derecho de sobrevivir. En fin, reflexiones de un hombre invisible.

domingo, 26 de abril de 2009

Obesión u oda a un monotema.

Echo la vista atrás por mis escritos y post de música y cine y veo que las intenciones que tenían se han ido disolviendo entre músicas, trailer, monólogos y recomendaciones. Son pocos los textos que me he atrevido a publicar sentimientos, emociones que se agolpan por mi cabeza. Además, ya empiezo a estar un poco harto de seguir llevando a mis espaldas demasiadas cargas emocionales que me siguen anclando a la tierra y dejar que las cosas buenas que empiezan a llegar me lleven con ellas en una nueva etapa en la que, por fin, saldrán más palabras. Rompo las fronteras de mis continentes y las palabras fluyen como una rñio furioso. Es momento de dejar de hablar del mismo monotema una y otra vez. Cambiamos el chip, que ya es hora.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Pereza & Co.

Lo reconozco, estoy muy perezoso. En todo. Actualizo el blog una vez por semana y nada más que hago que colgar videos con música para que hablen por mí o por mis estados de ánimo. Prometo palabras que me da pereza escribir. Y no es porque no escriba porque me paso medio día tecleando en el ordenador, escribiendo relatos, transcribiendo guiones y mis dedos no van a más. Eso lo hago encantado, pero cuando se trata de hablar de mí, reflejo una de mis características y pienso que mis palabras son menos buenas que las de los demás. Ahora estoy leyendo "Ya sólo habla de amor" de Ray Loriga y no hago más que subrayar frases. Palabras que rallan la perfección de los sentimientos, frases que son certezas disparadas a los sentidos. Siempre subrayo o me apunto las frases que más me gustan y tomo nota de ellas para aprender. Lo mismo me pasa con Carlos Ruíz Zafón hasta Linda Jewel. Y ahí me voy empequeñeciendo porque no considero buenas a mis palabras. Afortunadamente, en otros momentos, les doy el valor que tienen y procuro hacerlas más grandes, pero paso de un extremo a otro con demasiada facilidad. No creo que sea bueno. Pero estoy aprendiendo a dejar de agobiarme y a aprovechar esos momentos de inactividad con manuales de escritura, lectura de guiones y saboreando libros que aumentan en mi mesita de noche. Espero encontrar ese equilibrio porque los viajes a los extremos no son buenos. Equilibrio, esa es la base de todo.

martes, 27 de enero de 2009

JB se resetea.

Cuando un documento de word o cualquier programa se niegan a funcionar o destrozan el trabajo en el que llevas trabajando tiempo o, simplemente, no quiere ir o el desastre es tal que ya no hay arreglo, aprietas el botón de reset y tenemos una pantalla negra que cobra vida de nuevo. Así de sencillo. Ojala en la vida fuera tan sencillo hacer eso cuando todo nos sale mal o las cosas empiezan a coger el camino equivocado. Pero no es así. La vida continua sin que podamos reiniciarla de nuevo.

Pero de vez en cuando, nuestra existencia nos obsequia con esa posibilidad. Extrañamente, por cosas del destino, de repente, te encuentras con esta eventualidad. A mí me acaba de pasar. Tras la fallida experiencia madrileña donde he fallado a gente y a mí mismo, donde he confundido sueños, todo se vino abajo, especialmente mi débil estructura emocional. Como esto de los blogs es un reflejo de mi vida, mis últimos textos versaban sobre eso pero han pasado totalmente desapercibidos o ignorados. Nadie se preocupa de cómo se puede sentirse alguien que no hace más que sonreírle a todo. Pero tras mi sonrisa, los restos de una persona están sumidos en la más absoluta oscuridad. El humo del derrumbe ya ha desaparecido y ahora el más absoluto silencio y la total oscuridad. Pero una pequeña luz evocando a David se enfrenta a esa oscuridad del tamaño de Goliat. Es pequeña pero es fuerte y aguanta los embistes con maestría y ganas de superación.

Esa llama me ha dado un momento reset. He podido apretar a ese botón imaginario de mi cabeza y, durante un breve espacio de tiempo, mi parte más atrevida me ha llevado a irme lejos. Sin más cosas que mi cámara de fotos para ver el mundo a mi manera, mi música con la que relajarme, mis bártulos de escribir los sentimientos que se agolpan dentro de mí, mi mochila y ropa, me he ido lejos, a climas más fríos, a grandes distancias para poder ver las cosas con perspectivas e intentar que el dolor se helase con el frío. Afortunadamente, en ese destino estaba mi Pepita Grilla particular con la que he podido de compañía, sofá, fotos y buenas conversaciones. Durante unos días, he estado en la más absoluta y reconfortante invisibilidad. He dejado mi móvil en casa, el ordenador en modo off y mi maravilloso médico que me está ayudando en estos momentos me ha dado las suficientes drogas como para dejar a mi lado inconsciente lo bastante relajado como para funcionar y a mi lado consciente con el paquete básico. Pero ahora he vuelto y la vida continua. Y yo con ella. Y ahora me coloco en el nacimiento del río, doy unos pasos para atrás y reanudo de nuevo mi camino mientras veo al fondo un enorme laberinto coronado por la llama de mis sueños. Espero acertar esta vez el camino sin hacer daño a los demás ni a mí mismo. Siempre me queda mi sonrisa dentrífica y mi fachada de alegría como cortafuegos. Y si no, esperaré a la próxima vez que pueda resetearme.