jueves, 18 de junio de 2009

Érase una vez un hombre invisible.

Ya lo escribía en en mi facebook: "es tan fácil desaparecer y tan difícil volver a ser visto...". Todos alguna vez hemos querido ser invisibles, desaparecer de este plano o de cualquier otro que implique vivir. Y al final, lo consigues. Todos hemos tenido esas épocas en las que ves el vaso medio vacio, la parte chunga de la moneda. Entonces, desapareces. Simplemente, desapareces. Pero tras pasar un tiempo indeterminado en la más absoluta transparencia, todo el mundo ha seguido girando y no ha reparado en que ya no estás. Entonces vuelves a ser visible. Vas dejando de ser una mancha difuminada en el recuerdo y pasas a ser, de nuevo, uno más. Ya has dejado pasar la época oscura y empiezas a ver la luz de un nuevo día... pero, sigues sin ser visto. Entonces te preguntas si tal vez eres una ilusión, una creación olvidada, una biografía sin desarrollar que no ha sido merecedora de una historia. Y es que tal vez seamos eso, una ilusión pasajera en un mundo donde solo los fuertes tienen el derecho de sobrevivir. En fin, reflexiones de un hombre invisible.