Bienvenidos Al Cine Rialto

Escucha el programa de radio online sobre cine que hago cada semana. Compartiendo micro con Estela Muñoz, Alex Huertas y Vicente Carlos Baeza. Y las colaboraciones imprescindibles de María Carmona, Esther Sirvent y Verónica Batllés. Estrenos, noticias, charlas filosóficas... El mundo del cine, desde nuestro particular punto de vista. ¡Escchanos!

La Magia Del Doblaje

Soy un apasionado del doblaje. Ya desde pequeño pensaba que ni Julia Roberts ni Mel Gibson podían hablar español tan bien y empecé a indagar sobre esas misteriosas voces que transmitían con tanto arte y tanta pasión. Muchos años después, estoy orgulloso de decir que el doblaje me tiene encandilado y espero pronto estar en órbita. Aquí veréis muestras de mis takes. Espero vuestras opiniones.

Adicto a la magia de las palabras

Uno de los grandes regalos que tenemos es nuestra imaginación y de poder crear y contar historias: transformarte en tantos personajes como quieras, vivir tantas vidas como te sea posible, crear mundos a tu gusto... En definitiva, leer y escribir son una de mis pasiones. Aquí iré colgando cosillas con las que espero llegar a alguien como otras historias lo han hecho conmigo.

Entramos en el cine

Lo admito: mi plan favorito es ir a la sala del cine y ver historias en pantalla gigante. Que todo tu campo de visión se llene de historias y de personajes y te haga desconectar de la vida cotidiana no tiene precio. (Bueno, sí, pero los pago a gusto). Aquí hablaré de películas que me hayan gustado, de cortos (un arte contar historias tan redondas en poco tiempo) y de series de la tele que me han enganchado.

Todos tenemos una B.S.O.

Para mí, la música es casi tan vital como respirar. Una canción que acompañe a cada momento, un tema que te inspire, composiciones que parezca que han sido escritas expresamente para ti, música que hace que se remuevan tus emociones... Aquí os pondré mis canciones favoritas, canciones que me emocionan.

lunes, 30 de noviembre de 2009

El amor está demasiado sobrevalorado.

La noche ya lleva un buen rato acariciando mi ser. A oscuras en una desangelada e impersonal habitación de un hotel cualquiera, miro por la ventana las parpadeantes luces de la ciudad, de una ciudad que prosigue su rumbo por el camino de la historia pasando por alto a este ser perdido. Una conexión wi-fi y mi portátil. La música sonando a un volumén que suena a porcelana. Una canción, cuya letra olvido pero que su melodía es la que necesito, es mi compañera por este viaje emocional. Aprovecho esta estancia, la estampa delante de mí, la música que necesita este momento y dejo que mi inspiración atraviese mi ser y se manifieste en mis dedos que empiezan a teclear: el amor está demasiado sobrevalorado.

Sí, sigo herido, herido de amor, y acabo de presenciar una dosis tan edulcorada de amor fingido que he tenido que vomitar. Yo, antes defensor a ultranza del amor eterno, ahora solo creo en el momento presente. No hay finales felices más allá del punto final de una historia. Al final me han convencido a base de hostias y experiencia que los finales felices son cosas de cuentos de hadas con moralinas infames que nadie aplica. Ahora, con creer en finales agridulces, me doy por satisfecho. Acabo de presenciar una manifestación de amor tan elegante como vacía. Una boda de ensueño a base de manifestaciones de amor con ritmos borrachos y brindis con cava sin burbujas ni alma. Ni siquiera mi recien descubierta afición a la bebida sirve como vía de escape ante semejante celebración del amor hortera envuelto en un papel de etiqueta de todo a un euro y con un lazo de falsedad que hacen que el regalo tenga el envoltorio perfecto y un contenido vacuo.

Sí, lo reconozco. El amor está demasiado sobrevalorado. Es más, lo afirmo.

Ahora, en algún punto indefinido de las luces parpadeantes, esos amantes convertidos hoy en matrimonio estarán haciendo uso de su amor en cuerpo porque el alma estará pensando en otros amantes, otros lugares y otras posturas más satisfacorias, pero para qué buscar el verdadero amor cuando tenemos uno gratuito al que engañar y usar en nuestra mano o nuestro sexo. Dos personas cuya foto deberían aparecer al lado de la definición de casquivan@ comienzan con su obra de teatro, con el gran papel de su vida. Una función mal orquestada carente de sentido y empeño y, por supuesto, amor. Pero sube el telón y no hay ya vuelta atrás, sino errores a obviar.

El amor está muy sobrevalorado escriben mis dedos de nuevo, cada vez con más rabia pero cada vez más concencidos de lo que escriben. Lo tratamos muy a la ligera cuando nuestros labios lo pronuncian con total convencimiento pero con ausencia de sentido.

Dejo de escribir mientras mi mente pone voz en off a la imagen que ven mis ojos: esa ciudad oscura, con luces artificales que alumbran vidas artificiales. El amor está demasiado sobrevalorado. Me pregunto qué fue de aquel chaval que vivía en mi interior y que creía en el amor y en los finales felices. Si todavía sigue viendo como la hemorragia de sangre que sale de su herido corazón se ha detenido o, finalmente, se ha dejado llevar con la vida de la sangre que alcanza la libertad. Mejor para él. Espero que en ese nuevo lugar en el que está, el amor sea tan puro como lo era su corazón. Su versión en el presente dejó de creer en el amor hace mucho tiempo ya. Con vivir, ya tiene bastante.

Guardo el documento y apago el ordenador, que se lleva la música consigo. Cierro la tapa pero me quedo mirando por la ventana como si de un estado hipnótico se tratara. Mi corazón anda demasiado herido todavía como para pensar en descansar. Mi cuerpo ya es inmune al amor embotellado que ha bebido. Por eso, pongo el piloto automático del cerebro y que sea él el que me lleve a un nuevo rumbo a algún lugar perdido entre las luces parpadeantes. Algo que me haga escapar del amor. Y es que lo repito y repito cada vez más convencido: el amor está demasiado sobrevalorado.

Whitney Houston - I Didn't Know My Own Strenght.

Aunque su voz se ha apagado un poco por culpa de la vida, Whitney habla de la época en la que tocó fondo. Hace un tiempo indefinido también toqué fondo como nunca lo había hecho. Por eso, cuando escuché esta canción, me llego hondo. No hace falta que Whitney se desgañite a gorgoritos pues cuando tienes una vivencia tan jodida en el alma, ésta es la que se manifiesta a través de la voz. Todos caemos, nos hacemos daño, pero nos levantamos y no desfallecemos. Whitney, comparto tu opinión: no estoy hecho para romperme.



Lost touch with my soul
I had no where to turn
I had no where to go
Lost sight of my dream,
Thought it would be the end of me
I thought I’d never make it through
I had no hope to hold on to,
I thought I would break

I didn’t know my own strength
And I crashed down, and I tumbled
But I did not crumble
I got through all the pain
I didn’t know my own strength
Survived my darkest hour
My faith kept me alive
I picked myself back up
Hold my head up high
I was not built to break
I didn’t know my own strength

Found hope in my heart,
I found the light to life
My way out the dark
Found all that I need
Here inside of me
I thought I’d never find my way
I thought I’d never lift that weight
I thought I would break

I didn’t know my own strength
And I crashed down, and I tumbled
But I did not crumble
I got through all the pain
I didn’t know my own strength
Survived my darkest hour
My faith kept me alive
I picked myself back up
Hold my head up high
I was not built to break
I didn’t know my own strength

There were so many times I
Wondered how I’d get through the night I
Thought took all I could take

I didn’t know my own strength
And I crashed down, and I tumbled
But I did not crumble
I got through all the pain
I didn’t know my own strength
Survived my darkest hour
My faith kept me alive
I picked myself back up
Hold my head up high
I was not built to break
I didn’t know my own strength.

domingo, 22 de noviembre de 2009

"Si La Cosa Funciona" de Woody Allen.

De sus mejores obras, estamos a miles de kilómetros, pero también estamos a cierta distancia de las que son sus obras menos inspiradas. "Si la cosa funciona" funciona. Consiguió arrancarme las carcajadas en muchos momentos, el guión no estaba mal y los actores están muy bien y tiene instantes muy inspirados y es que en los tiempos que corren, si la cosa funciona...

Nueva York, I Love You...

Tras "Paris Je T'Aime", cambiamos de ubicación a la ciudad que nunca duerme. "New York, I Love You" es una continuación, que no secuela, en la búsqueda de historias de amor que merecen ser contadas. De estructura similar y con un extenso y gran reparto de actores y directores, nos encontramos ante una propuesta interesante. Si no te gustó conocer el amor en Paris, no lo encontrarás en Nueva York. Pero si en Paris encontraste que el amor pueda flotar por todas partes, piérdete por los lugares más románticos de Nueva York. Yo, de vez en cuando, vuelvo a Paris y a Nueva York buscando el amor. Ahora mismo parezco salido del cerebro de Carrie Bradshaw, pero aún sigo buscando quien me quiera. Cuando vengan a España, que me busquen.. I Love You...

Agnes - Release Me

Tengo muchos decubrimientos musicales, cinematográficas y literarias que comentar, así que... allá voy. Hace poco me compré un ipod touch, más chulo que todas las cosas, y una de las canciones que no hace más que sonar en él es esta canción pop con ritmo pegadizo. Agnes se llama la muchacha y "Release Me" su canción. Es de lo más comercial que hay, pero escuchar de todo es de lo más sano.

Propósitos.

Como habeis podido comprobar, mi intento de mantener el blog periódicamente actualizado ha brillado por su ausencia. Aún así, propongo finales de noviembre como buena fecha para comenzar con los buenos propóisitos de volver a retomar a mi blog, este rinconcito pequeñito de la web que es solo mío y donde mi verdadero yo o, mejor, la esencia de lo que soy, habla a pleno pulmón desde el rincón más sincero del alma. Así que, mundo de JB, bienvenido de nuevo a la red.