miércoles, 7 de abril de 2010

El Mundo Según JB.

Lo reconozco: soy un plomazo insoportable y pesado. Durante este tiempo en el que no he publicado nada de nada, he estado analizando muchas cosas, no solo de este blog sino de mi vida en general. Últimos acontecimientos personales importantes me han hecho pararme a pensar y ver qué estoy haciendo, que no y cómo poner remedio a lo que se ha de cambiar. Además, las intenciones y las ganas con las que comencé con esta historía se han ido diluyendo en cada entrada publicada, divididas en:
a) Música (lo siento, esta va a ser inalterable. La música es tan indispensable para mí como el aire que respiro o una buena frase en el momento adecuado).
b) Post "Ay que pena que me doy, normal, eres mu repetitivo". Un recorrido por el mismo camino del autoflagelamiento puesto en replay constante en el que solo me quejo sin hacer nada más.

Así que le doy un lavado de cara a mis intenciones y ganas, me pongo la mejor sonrisa o la lágrima más amarga, lo que se tercie y le doy al blog la finalidad que le he querido dar desde un principio. Espero que algún alma caritativa me de un toque cuando me ponga plasta, pero, de momento, se lo voy a poner difícil.