miércoles, 22 de julio de 2009

Esas neuronas perdidas...

Vale, ya es oficial. Tengo un problema. En algún punto entre mi cerebro y mis dedos la neurona toma el camino equivocado o es que se entretiene viendo cualquier estupidez, pero la cosa es que la sangre creativa se esparece entre las células muertas y la nada. Y es algo que dura más de lo que debería. Mi cabeza bulle de ideas, pero mis manos y mi ánimo se cierran en banda, a pesar de que las señales me llevan al destino inevitable. ¿Qué debería hacer? En fin, no sé para qué pregunto si no hago caso a las respuestas. Al menos no la neurona portadora de la musa.