martes, 14 de octubre de 2008

Crónica desde: mi antigua vida, de turismo.

¡Hola hola amig@s blogue@s!

¿Ande está todo el mundo metido? Porque el movimiento blogueril terminó con la llegada de Octubre. Mis habituales están poco transitados. Bueno, pues aquí estamos, de nuevo en el hogar familiar y en mi antigua vida. No, no me he vuelto de la aventura madrileña todavía. Mi vuelta ha sido por motivos de papeleos, médicos y tomar pilas con la familia. Pero no voy a volver hablar ni de la velocidad de cada uno ni de las adaptaciones. No son horas. Ahora es simplemente para darme una vuelta por mi rinconcito al que tengo abandonado. Y es que mi conexión allí no da para mucho, y eso y cuando mi ordenador portatil decide no ir y se me declara en huelga no arrancando (ya está arreglado). Por cierto, ya hace un año que comencé con la aventura bloguera en otro lugar, el del windows space lives, pero al final me mudé, pero sí, ya hace un año. Así que ¡FELICIDADES, Mundo de JB!. He cumplido mi objetivo de cumplir un año y poder echar la vista atrás y ver todo lo que ha acontecido en un año. A por el segundo.

Pues reconozco que estos días me he autoinfringido un autoaislamiento para trabajar. A eso he venido. A preparar el guión técnico que va a toda vela con buen ritmo. Hasta que no lo termine, nada de quedar con nadie. En terminar, ya volveré con la vida social. Además, también hay unas palabras más personales que quieren que les preste atención y lo haré en tener el tiempo que se merecen. Y entre guiones técnicos y literarios, me voy a hacer fotos. En mi pueblo son fiestas y todos los actos (desfiles y tal) se concentran por mi calle, por el centro del pueblo. En cuanto te sales del meollo de la fiesta, te vas a la tranquilidad del paseo marítimo, a 5 min. de casa. Escuchas como la música se desvanece a tu espalda mientras te diriges con paso firme a la oscuridad pero también libertad del mar. La brisa te da en la cara, jugando con tu pelo y llevándolo por todas direcciones mientras que te hace cosquillas. Durante unos segundos cierras los ojos y notas como el aire juguetea contigo. Entonces los abro, saco mi ipod no ipod, ves a la poca gente que piensa como tú y huye del frenesí festero y da vueltas por la tranquilidad, le doy al play y saco la cámara de fotos. En cuanto arranca, mi ojo se dirige al visor y a ver la realidad protegido tras la cámara, buscando la imagen perfecta, la foto definitiva... Como no viene, pues me voy apañando con lo que veo. Me llama la atención una imagen: una silla de socorrista cuya base ha sido invadida por el mar y recibe los suaves embistes de las olas frente a la luna. Con la luz anaranjada del paseo escoltándola ante el azulado apagado del mar que la recibe. Frente a ella, una luna llena, poderosa y un mar abierto, eterno. Parece que alguien va a subirse en esa silla a esperar a alguien en una imagen nostálgica. En mi cámara está pero dejadme que la ponga guapa.

Bueno, espero que la próxima crónica no tarde tanto. Mientras sigo lavándole la cara a la apariencia del blog. Por eso, algunos elementos han desaparecido, pero pronto estarán de vuelta.

Seguimos viviendo.

1 palabras:

Hombre!!! feliz vuelta! Yo tambien he tenido el mio parado, pero en mi caso porque no he tenido nada muy importante que decir. En fin, a cargar pilas! que me han dicho por ahi que el proyecto funciona, lento pero funciona!