domingo, 29 de junio de 2008

Crónica desde: ¿qué me haya enganchado yo al fútbol? Va a ser verdad que el fútbol mueve a las masas, incluso a las más reacias.

Yo, antifutbolero de pro, siempre buscándole el sentido a por qué todo el planeta se emociona viendo a 22 tíos que ganan más pasta de la que tú y yo podríamos soñar jamás corriendo detrás de un balón, va y hoy no solo me he enganchado al partido de fútbol sino que he sufrido en mis carnes esos nervios que iban aumentando a medida que el partido llegaba a su fin y, además, me he emocionado cuando los jugadores recibían la medalla y casi lloro cuando Casillas ha cogido la copa y la ha levantado reflejando la felicidad de un equipo y de un país entero. Díos mío, ¿qué me está pasando? ¿Estoy sucumbiendo al deporte rey? En fin, que uno venga a labrarse una carrera como persona con gustos alternativos que prefiere el cine al futbol y mírame... ¡mirando el marca.com! Además, alucino con este sentimiento patrio que nos invade a todos desde lo más prfundo del ser, como un instinto primitivo que duerme hasta estos momentos donde recupera el tiempo perdido y ves a mucha gente chillando como locos, gritando hasta desgañitarse, volviéndose locos y predeciblemente patéticos en cuanto ven una cámara de tele que se ve a nivel nacional. Que luego los de montaje se ríen de vosotros (menud@s hacían el gili cuando nos veían a mi grupo recorriendo la universidad con las cámaras haciendo prácticas y nos paraban para sus "performances" y lo que nos hemos reído... con ellos, por supuesto, irónicamente por supuesto). En fins, que tras llevar ya una hora dándole al pitido y gastando gasolina pasando una y otra vez por las mismas calles, debe ser que tanto ruido me ha hecho salir de esta especie de trance pasajero y vuelvo a ser yo. Seguimos informando y aguantando pitidos, que no paran. Tranquilidad, por favor.

1 palabras:

tranki... todos hemos caido alguna que otra vez, ejejeje!