jueves, 19 de junio de 2008

Crónica desde: las grandes historias. "La sombra del viento" de Carlos Ruíz Zafón.















Hoy me vais a permitir que hable de palabras mayores.

Hace unos veranos, a final del de 2005, tras llevar a mi hermana y cuñado y juntarnos toda la familia en el aeropuerto de una manera tan espontánea como de película, fui al cine con algunos amigos, otros que han retrocedido a la categoría de conocidos esporádicos y algún fantasma del pasado en proceso de vuelta a intento de pesadilla cojonera cada día menos efectiva. La película era "Extrañas coincidencias", una historia tan rara como atrayente. Pues allí estaba V con un regalo (en dos días celebraba mi cumpleaños) escondido bajo un disfraz en forma, aparente, de un libro. Efectivamente, un par de días aquel regalo se reveló y era un libro gordete y sanote dispuesto a ser devorado. V (¡Graciaaaaas!) me habló de aquel maravilloso regalo que había tenido suerte de formar parte de su vida y quería compartirlo. Picado por la curiosidad, empecé a leerlo y me gustaba mucho lo que leía y cómo estaba escrito. Pero manías tontas mías (cada vez que lo leía pasaba algo y yo, amante de las señales, las tomaba por lo que no eran) y la cada vez más insistente sensación de que tenía que esperar el momento adecuado para leerlo, me hicieron cortar con la historia con la promesa de retomarlo en su justo momento. El tiempo pasaba y el libro parecía estar aguardando su momento estelar en mi particular "Cementerio de los libros olvidados". Hace unas semanas, tras la llegada al mundo de mi cada día más guapa sobrina, el libro me recordó que teníamos un asunto pendiente y cumplió su promesa y yo la mía y nos reencontramos de nuevo para recorrer un tiempo juntos compartiendo buenos momentos: él me hacía partícipe de su historia y yo degustaba con placer ese suculento relato. Yo quería ser Daniel, yo quería ser Fermín Romero de Castro, yo quería ser Julián Carax, yo quería la pluma Montblanc heredada de Victor Hugo (no hay nada más personal que una pluma para escribir tu historia y dejar tu legado al mundo), yo quería formar parte de esa Barcelona de mitad de siglo y comprar un libro en la librería Sempere, asesorado por el siempre atento Fermín, yo quería perderme en el Cementerio de Libros Olvidados.

Pocos libros consiguen calarme hasta los huesos como lo ha hecho éste. Cada día leerlo era mi obsesión. No podía seguir sin mi dosis diaria de los Sempere. Necesitaba saber cómo avanzaba la relación de Daniel con Bea o de la nueva ocurrencia del siempre elocuente y sorprendente Fermín. Y las lágrimas cayeron (con cierto esfuerzo en contenerlas porque iba en el tranvía y eso de llorar en público no lo llevo yo muy bien), brevemente, pero con la sensación doble de, por un lado, una extraña y antagónica combinación de tristeza y alegría por dejar a los personajes que viviesen más allá del punto final, y por otro, encantado por haberme partícipe de unos hechos concretos de su vida, de dejarme soñar de nuevo y motivarme para contar una historia tan especial como esa.

Así que, con el estilo y la magia de las palabras de Ruíz Zafón os dejo. Tengo una manía o como se le quiera llamar, que es apuntarme las frases que más me gustan en mi libreta, una especie de diario de tapas negras donde mis palabras se mezclan con las de los grandes y así parece que son más de lo que realmente son. Las frases que me llaman la atención, que me impactan o que simplemente me parecen geniales, quedan grabadas a pluma en esa especie de muro de papel. Con este libro, he llenado páginas y páginas de post-it demostrando que ese hombre hace magia con las palabras y las usa haciéndote preguntar por qué si hablamos el mismo idioma y contamos con las mismas palabras, él hace magia y tú haces una parodia.

Ahi van:
- “ En el instante en que te detienes a pensar si quieres a alguien, le dejas de querer para siempre.”
- "La vida suele brindarnos aquello que no buscamos en ella."
- "Las palabras con que se envenena el corazón se quedan enquistadas en la memoria, y tarde o temprano queman el alma."
-"Conserva tus sueños, nunca sabes cuando te harán falta."
- "No hay lenguas muertas sino cerebros aletargados."
- "Hablar es de necios, callar de cobardes y escuchar de sabios."

Bueno, y es que si sigo podría poner el libro entero y podría tener problemas de plagios y tal. Si quereis disfrutar, soñar, vivir, sentir... haceros con el libro ya. Ahora, además, ha salido una edición en bolsillo con un cd con la música inspirada en la historia. Hazte un favor y compralo. Ya me dirás. Seguiremos indagando por el Cementerio de los Libros Olvidados.

2 palabras:

tio, tienes que coger si no lo has hecho aún "histórias imprevistas" de Roahl Dahl! realmente inspirador! no me extraña que Hitchcock se inspirara en algunas de sus historias! (si viste Four Rooms, recuerdas la apuesta del meechero?)

Hola Fran!

Pues no, no lo he leido, pero tomo buena nota y en leerlo te cuento. Espero que todo te vaya genial. Un abrazo.