martes, 24 de junio de 2008

Crónica desde: la sala de doblaje.















Y en aquel momento, en aquel lugar donde la realidad y la ficción se daban la mano, se hizo el silencio más absoluto. Totalmente pendiente de la pantalla, Ángela estaba a punto de entregar su voz y arte a la actriz de la imagen. Tras un breve gesto de la actriz, que Ángela había tomado como referencia, sus labios empezaban a moverse sin ningún sonido siendo Ángela la que les diese vida. Con una exquisita suavidad, Ángela acariciaba el frío micrófono con la calidez de su voz, con la magia de su arte. Sonaba contundente, segura, confidente y demás adjetivos que encajasen a la perfección con lo que la actriz de la imagen transmitía. Ángela se mostraba muy tranquila, con esa seguridad que te dan los años de experiencia en el oficio. Y disfrutando mucho. El arte del doblaje acompañaba a Ángela desde su más tierna infancia y hay que hacer caso de las vocaciones, especialmente si se manifiestan a una edad tan temprana. A pesar de estar acompañada por el director de doblaje, relajado y confiando en la profesionalidad de su compañera, con una oreja puesta en ella y con el resto de los sentidos anticipando el siguiente take, Ángela estaba ausente de la realidad, totalmente entregada a esa actriz que precisaba de ella para llegar al público que hablaba una lengua distinta a la suya. El take llega a su fin. El director confirma lo que ella ya sabe: take bueno. Pasamos al siguiente. Dicho y hecho. El doblaje requiere de emoción pero también de precisión. Tienes que crear emoción a través de una interpretación que has de manifestar en tu voz pero con unos parámetros en mente, como una correcta vocalización y la adecuada sincronización con el actor en imagen. Pasión y matemática, unidos en uno solo. La actriz de la pantalla se siente apenada, demasiado como para seguir las leyes de la lógica, y pasa del lloro a la carcajada y vuelve al lloro y la risa de nuevo. Take difícil, sin duda, pero Ángela no tiene miedo. Al contrario. La sensación de experimentar ese combinado de emociones le atrae aún más. El take arranca acompañado del entusiasmo de Ángela. Tras una primera vuelta para ver de qué va y a tomar nota de tiempos y del estado del personaje, Ángela se entrega al take.