Dormido, despierto, jodido, alegre... es realmente difícil convivir con un corazón roto. La única cura es tiempo, paciencia, amor propio y las ganas de salir adelante para que los trozos se vuelvan a recomponer.
La vida transcurre entre palabras.
Dormido, despierto, jodido, alegre... es realmente difícil convivir con un corazón roto. La única cura es tiempo, paciencia, amor propio y las ganas de salir adelante para que los trozos se vuelvan a recomponer.
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